17.2.11

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cuando llueve desaparecen los recuadros. hay una sensación roja alrededor de la boca y huele a yerba. nosotros decidimos no dejar de soñar, por eso las palabras ya no están obligadas a formar frases. somos libres, como imágenes sin capturar. mi cuerpo todas las noches es tan tú como yo todas las noches. ahora crecen más árboles y hay más ventanas. todo se mueve suavemente entre ese tigre blanco y un café con leche. los hombres de los sombreros oscuros se llevan lejos las sombras, con voces de trompeta desfilando hacia un país extraño que liberaremos un día, cuando seamos los gigantes de las ganas, del color verde y las salidas de emergencia. brilla un neón caduco y seguimos riéndonos, no podemos dejar de reirnos aunque nos falte el sueño y dancen dudas desnudas por todas partes. tenemos un hogar. son las manos del otro. amar es ésto: ser en compañía