30.9.09

23.9.09

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la única manera de conservar a tus amigos para siempre es no necesitarlos nunca

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benjamín prado en su libro ecuador pubicado por hiperión

19.9.09

cuando camino resuena un ángel

con un cuaderno lleno de recuerdos, pensando en cómo voy a mejorar el año mientras tú miras las calles en un mapa y no hace ni frío ni calor, todo es sencillo fácil y precioso. el río olía a mar, el barrio era varias ciudades en una y tuvimos que salir corriendo porque las tiendas olían a dinero y el dinero siempre está más que podrido. un hombre pedía monedas haciéndolas sonar en un vaso de café vacío y llevaba todos los interrogantes a los que el mundo no se atreve a dar respuesta en la mirada. el cascabel es el que consigue que cuando camino suene un ángel.mientras, en cualquier otra parte del mundo está pasando: una madre que arropa a sus hij@s, una persona envidiosa, la flor que mira sorprendida cómo los coches lo manchan todo de humo, un niño que se va a morir de hambre, una bomba repleta de inutilidad, revienta, el primer beso de dos personas, marga casándose por fin con clara, " sí, quiero ", una lavadora que se llama frieda y que recuerda un cuadro con los pies dentro de una bañera y un aborto que gira sobre sí mismo constantemente, benjamín prado que escribe "teresa rosenvinge", alguien que vende a otra persona, alguien que sobrevive en los escombros, la hora de la medicación, una enfermera lindísima que no es feliz porque nadie le ha enseñado que se puede, un hombre que abre un libro y su cabeza cambia de estructura, el lugar donde ella se pueda sentir a salvo, un parque que atardece lleno de cambios, la vida poniéndose el traje de noche. mañana volveré a despertarme y volveré a sonreir y a pensar en cómo voy a mejorar en algo el año. tú estás enfrente de todos los lugares a los que miro. pensando.

13.9.09

sobre hechos reales


1.

los árboles pasaban a través de mis ojos como un bosque que corre tras algún significado que siempre se nos está escapando, como una solución que nunca llega y va asfixiando lentamente la esperanza. marina temblaba a mi lado. hacía frío y nadie nos explicaba nada. hacía tiempo que sólo oíamos gritos en un idioma extraño y el silencio asustado del resto de cuerpos hacinados alrededor. algún susurro terminal. una caricia. hasta l@s niños callab@n, porque sabían. los árboles dentro de los ojos de ella, ella, que había sabido explicar el mundo con cada gesto ahora era un montón de árboles que pasan como la última oportunidad de estar vivos, aferrándose a esos ojos, y luego ella me miró. me miró a mi. y entonces conocí la brutalidad del desamparo, como una ola inmensa que ya no volvió a soltarme nunca.


2.

te depertaste y ya no pudiste cruzar al otro lado de la cuidad. la habían dividido en dos partes y a ti te tocaba ésta. el resto daba igual y además tú no podías hacer nada al respecto. así que no volviste a verla y entonces empezaron a pasar los años. hiciste nuevos amigos y me conociste y me cortejaste y al final nos casamos. un día me dijiste que me invitabas al teatro, al otro lado del muro, y yo me puse muy contenta y también me puse muy guapa y te seguí. estábamos helados cuando me susurraste al oído que ibas a comprar tabaco y que ahora volvías. yo asentí pero el gris nos había seguido a través de las horas y no había manera de quitárselo de encima. yo lo notaba como gotas de plomo en mi pelo y en mi abrigo. te esperé diez minutos. luego te esperé una hora. luego más. y cuando ya era muy tarde caminé yo sola hasta el checkpoint e intenté volver a casa pero nadie me creyó porque no tenía mi pasaporte. tú lo habías cogido para poder sacarla a ella del lado prohibido. así fue como supe que ella y yo nos parecíamos tanto.
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3.

las calles sentían vergüenza, los edificios, los altavoces, hasta la luz de las ciudades sentía vergüenza. por eso cada vez que preguntaban a la gente por qué nadie había hecho nada, cómo era posible que no se hubieran enterado de todo lo que estaba pasando, el terror se hacía palpable y trepaba gargantas y tomaba forma en un lamento compartido, como si la voz de todos fuera una sóla voz temblorosa y herida: "yo no tenía otra opción". muchos años más tarde, los medios encontraron una historia de un portero de varios edificios que había salvado a 5 familias falsificando documentos para que pudieran salir de alemania antes de que pasara todo lo demás. así que un programa de televisión le quiso hacer una entrevista. resultó que ya era un señor muy mayor el reportero cogió la grabadora y le preguntó cómo era posible que hubiera arriesgado su propia vida y la de su familia incluso la de conocidos suyos y él contestó, "simplemente, yo no tenía otra opción".


gracias a vania, marcus y jacobo por la información y a berlín por el escenario

7.9.09

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cuando subas tráeme la llave,
no tengo ganas de cerrar la puerta
vamos a quemar las alas
ya no nos hacen falta
y tengo tanto tanto tiempo
dentro del vaso vacío
que el vértigo es el vecino de al lado
y hemos desaprendido a destender la ropa,
vamos desnudos que no nos hace falta
izar las velas,
ni mover el volante
en dirección alguna.
cuando subas tráeme la llave
y te entrego mi falda,
toda, todos los pliegues
y los volantes y el viento
que transita por tus manos
antes de destrenzarme
en este momento
en el que no hace falta nada,
ni una nota de música
porque es una canción este segundo,
porque qué más hace falta
ahora mismo.