losencillo

es fácil. es muy fácil. más de lo que pensamos la mayoría de las veces. es tan fácil como elegirlo. o mirar las nubes en vez tus zapatos, o tus zapatos en vez de los gusanos, o los gusanos en vez de no mirar. es fácil de verdá. es tan tan fácil como despertarte y decidir. como que te encante la palabra "desayuno" o casi llorar ayer, en lo de gsus, de bonito (y de buena gente, como dice escan). es tan fácil como recordar que me gusta más reirme que estar triste y más hacerte feliz que tocarnos los huevos. ya sé que es fácil. es muy fácil. eso creí haberlo inventado yo. y aunque a veces la cabeza se me lía a hacer saltos mortales y yo puede que no me de cuenta hasta que está casi a puntito de ostiarse, eh, todos somos así un poco como enemigos de nosotros mismos, cada uno a su estilo, ya ves, va con el ser humano. pero ya sabes lo que soy cuando me reconcilio conmigo. yo creo que merece la pena lo que tú eres cuando te reconcilias contigo. por eso me gusta la gente. porque son sorpresas. y sigo con esa frase de cuando era más niña. y se la digo a silvia cuando la veo triste. lo que necesito cuando me secuestra el corazón una tormenta es información. mucha, mucha información. lo que necesito cuando me pasa eso es abrir los ojos. y ya sé, paciencia, porque primero miro los gusanos y después mis zapatos y después a las nubes. y me doy cuenta de que soy tan pequeña que no merece la pena en absoluto darme tantísima importancia. así que me río. quito la red. y me da por echar a volar. y hablar con joaquín de entrar en un banco con una peluca de colores o decirle a patty lo que la quiero y llamar a todos mis familiares uno detrás de otro o disfrutar viendo cómo inés le besa el hombro a carlos. y entonces siempre me digo que la próxima vez será mucho más fácil, tanto, tan fácil como elegir.

/imagen: marcos almendros/