activar los recuerdos,
el olor del café los gritos de los niños
el susurro delas tres en el televisor
y la siesta intermitente de la abuela.
renombrar los paisajes que no vamos a ver,
o todas las veces que hemos caminado
por esas calles que ahora nos forman
y contar con los pasos la distancia
que nos separa de ser nosotros mismos
y sonreir,
porque no han conseguido cambiarnos,
porque no han podido.
y levantar la vista
con la viva elocuencia del silencio
y emplear las palabras en eso de envolvernos
y desordenarnos y desarmarnos de lo común
para volvernos sencillos
para archivar los recuerdos
y armarnos del modo volviéndonos
música o poema o destino o risas conjugadas
o dormir contigo o vino o borrachera
o calor de amigo o humo o delirio
o paseo por madrí, sí, sobre todo madrí,
definiéndonos con su aliento de resaca
al que las estrellas no pueden evitar
guiñar un ojo.
1 comentario:
Me gusta mucho...
El poema
Y Nerja!!
Acordarse un poquito de mi que estoy toda envidiosaaaa!
Que recuerdos...
Muaaaaaaaaaaaaa
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