22.8.07

varios


cuando recogen la cena dejan preparao el desayuno para el día siguiente. la taza de ella, el vaso de él. él pone las galletas, ella deja hecho el café. él tiene un trabajo monótono pero seguro, y una mente inquieta. ella tiene precariedá laboral y necesita estabilidad emocional. cuando tiene tiempo, él le prepara la comida para el día siguiente y ella, a cambio, le quiere incondicionalmente, como cuando se mete en la cama, y cruza los dedos, y dice para sí: "porfavor que no salga mal porfavorporfavor, que no salga mal". lo que ella no sabe es que a él lo que más le gusta del día es saber que ella va a levantar los ojos enormes pa mirarle cuando él llegue y abra la puerta de casa despacito, pa sorprenderla


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tenía los ojos saltones y la polla chiqita. era impulsivo y buena gente. se ponía hecho un energúmeno si alguien se refería a una tía sólo por su cuerpo y nunca discutía de política, pero se le daba muy bien hacer que todo el mundo con el que hablaba pensara un poco más allá de lo que solían pensar pa quedarse tranquilos. tenía los ojos saltones y la sonrisa dulcísima. le gustaba el mar, las canciones que tarareaba su madre cuando cocinaba y las tardes de pipas de hace tantos años. no le gustaban los mercedes ni las alturas ni el olor del aliento de su padre cuando llegaba, mucho después de la hora de la cena. tenía los ojos saltones, y muy abiertos, cuando lo encontraron sin pulso y relleno de droga.


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mariana casi no tiene tetas ("ni falta que te hacen", solía decirle rodrigo),pero tiene una lengua larguísima y mucho empuje pa todo lo de la vida. se lía la manta a la cabeza y puede con lo que le echen, siempre que crea en ello. y ahí anda, y sigue, y sigue, impertérrita, ya ves tú lo que le importa, con paso firme, hasta que llega a donde ella quería. mariana tiene un culo enorme del que ella está orgullosísima ("ca uno tiene su cuerpo, y todos los cuerpos son preciosos porque son de ca uno", repite mucho ella, que se lo oía a su hermano rodrigo, antes de que dejara de decirlo porque se lo encontraron sin pulso, los ojos muy abiertos, y demasiada droga en el cuerpo.


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el frío llegó de golpe y a ella no le importó porque le encantaba. es una de esas cosas que la gente solía recriminarle: mira que eres rarita...no gustarte el calor...le pasaba también con lo de querer estudiar, aburrirse de la gente, y despreocuparse de lo material. estaba tan contenta imaginándose arropada por la noche, y desayunando chocolate y café que se le olvidó la penita que se le había instalao en la parte izquierda del pecho, como una duda incómoda en forma de espina que pensaba disolver, porque era muy cabezota, y porque sus padres le habían enseñado que sí que se podía querer en condiciones y ser felices.

4 comentarios:

Gloria dijo...

Algunas me recuerdan a cosas que escribía de pequeña... eran cosas que, si quedaban escritas, podían hacerse realidad. Muy básicas, muy primarias, muy importantes

AnItA!!! dijo...

ey, la primera historia me suena. si lo leen lloran fijo jajaja. muy bonita, y tal cual.
besitos!!!

Mul dijo...

A mi estas historias, siempre te lo digo, me encantan!

Me imagino tan facilmente a los personajes!

Gracias por introducir nuevas historias en nuestra vidas bonitaaaaa!

Anónimo dijo...

vaya, algún día, me gustaría ser una de esas personas que tienen la suerte de compartir sus vidas con una persona a la que quieren, y que les quiere.
pero no me gustaría que me encontrasen relleno de droga(y la polla chiquita...jajaja)

-el frio me encanta-

1besoooo

PD: tú escribes mejor que Yo, aún así, siempre mola hacer cosas nuevas a duo. Propónme algo...