16.11.07
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el niño tenía cara de caramelo y voz del viento cuando se queda afónico. él no sabía que iba a morirse antes de cumplir los 30. solía jugar en el patio con la arena y las palabras. tenía tres muy buenos amigos y le encantaban las meriendas de su abuela. nunca se imaginó que una guerra pudiera matarle por usar su cuerpo con quien le diera la gana, o por pensar, o por no conformarse. pero pudo. vaya si pudo. el niño se convirtió en adolescente que luego fué de joven a hombre prematuro y acabó siendo el hueco más palpable de su familia, su foto sonriente presidiendo el recuerdo de una casa vacía, el pelo libre y revuelto de ideas y la mirada cargada de futuro fija en la cámara como un insulto a su muerte. como el peor de los insultos.
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no tengas prisa, no tengas prisa, no tengas prisa. no. tengas. prisa. mira.
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fue a pedir un café a la primera barra que encontró disponible, y entre restos de oficinistas recién desayunados que habrían salido a toda ostia dejando un rastro de rutina intensa descubrió una piel verde oliva parapetada detrás de un uniforme terrible de camarera. lo mejor fue su voz, de madre de la mismísima vida, cansada hasta los tuétanos, de vuelta de cualquier cosa. y a él, claro, se le encendieron todas las ganas de llamarle la atención. pero fue imposible. así que empezó a ir cada día. y cada día hacía lo mismo: entraba, se sentaba, no hablaba con nadie salvo con ella, y tan solo pronunciaba dos frases. se dedicaba a espiarla por los espejos, a estudiar sus gestos, a buscar ansioso pistas suyas en los rincones, y sin darse cuenta, se la aprendió de memoria.
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le cambió la vida entera el abismo de aquella sonrisa.
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me acabo de dar cuenta de que siempre subo las escaleras de puntillas, que me asaltan unas ganas perversas de follar cuando no puedo, que las personas necesitan un punto de apoyo para poder mover su mundo, que ninguna bufanda me ha hecho tanta ilusión como esta, y de que todos los días va y me ocurre alguna sorpresa.
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a veces nos cambia la letra, pero es posible hacer magia.
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6 comentarios:
que la letra nos cambie, de hecho, es la magia de cada día, I think.
ganas perversas, ¡eso no existe!
boba (por lo de la bufanda)
Me encantan tus cachos de historias, lo de madre de la mismísima vida es ---> :-0
A ver cuándo nos tomamos un café deluxe de esos de Manuela. Yo llevo las boas de plumas, tú llevas las boquillar largas para fumar.
Ah por cierto:
Isabel quema esa bufanda ahora mismo o acabarás peleándote con Gloria por su maldición bufandil, nooooooooooooooooooo.
me encanta la de la camarera....
y la de no tengas prisa... bueno todo que leches jajaja. pasrlo muy bien esta noche pendejos
muaaaaaaaaaa
"me acabo de dar cuenta de que siempre subo las escaleras de puntillas, que me asaltan unas ganas perversas de follar cuando no puedo, que las personas necesitan un punto de apoyo para poder mover su mundo, que ninguna bufanda me ha hecho tanta ilusión como esta, y de que todos los días va y me ocurre alguna sorpresa." Y por esto y otras miles de cosas te queremos tanto tanto tantooo!
magia....?
magia
eres
tú.
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