4.11.07

ub

conozco el temblor de cimientos
tan bien
que sé por qué hay que saltar vallas
para llegarte dentro
y veo
tu armadura
y tu cuerpo delicado
como un verbo extranjero,
o lo exótico
de la mezcla
que te resume.
me consta
que adentrarme en tus ojos con una vela
es querer abrazar eso que guardas
y espero
con vuelos de libélula
tu alrededor
espero
que abrir el libro que habla de tí
por una página cualquiera
me hace sentir
de nuevo otra sorpresa
del tipo
tú no eres lo que yo veía
cuando eras sólo una imagen en mi retina
y ahora
no puedes dejar de ser
todo ésto,
como las palabras dentro de un teléfono
o una carcajada en mitá del naufragio
o asentir
cuando sacas la mano por la ventana y gritas
"acércate" en el silencio más hermoso
que ha latido
porque de tí hay que fijarse en cómo miras
y en el momento justo en que lo haces
porque parece que posas
pero es mentira
porque parece que faltas
y sin embargo
te haces un hueco cálido
debajo de las piedras
y eres el único animal
desnudo desamparado invencible
que sale a tomar el aire
y me desarma

5 comentarios:

Marta Noviembre dijo...

Suscribo lo dicho por Víctor, y añado que tengo unas ganas de verte que ya no sé que hacer! Mua!

Gloria dijo...

muros más altos han caído, ya se lo digo yo siempre...

Adrià dijo...

Uppps...
Me quedé acorralado, es precioso!.

Cuídate!

Anónimo dijo...

Tengo la lagrimilla que se me sale en cero coma, cabrona.

dable dijo...

Me llevo la sensación de tu escrito. Gracias por el regalo.